4 de julio de 2010

El libro electrónico-No todo lo que brilla es oro

Interesante artículo extraído del Boletín Informativo Electrónico de la SAI Nº 70:

NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO
Al libro electrónico se le cae la etiqueta de “ecológico” que se había colgado
El libro electrónico es uno de los productos tecnológicos estrella del momento. Entre sus múltiples virtudes innovadoras este nuevo dispositivo se ha vendido como un útil ecológico ya que, al sustituir al libro tradicional y no requerir de papel para su fabricación, se evita la tala de millones de árboles. Sin embargo, aunque esto último es cierto, no significa que se trate de un producto ecológico. El libro electrónico evita el uso de papel, pero no la utilización de minerales cuya extracción también implica la destrucción de los bosques. La fabricación de este tipo de dispositivos tecnológicos requiere de la extracción de minerales preciosos tales como el coltán o el litio y de otros minerales raros para aumentar el ciclo de vida de las baterías y su velocidad de funcionamiento, así como para lograr su reducido tamaño. Pues la explotación minera es una de las mayores causas de deforestación y, más concretamente, de la destrucción de ecosistemas.Es cierto que el consumo abusivo de papel conlleva numerosas consecuencias ecológicas y sociales. Pero desde distintas organizaciones que luchan contra la deforestación no quieren que se engañe a la gente y se utilice este argumento para vender un producto que es medioambientalmente nocivo. Además, señalan que “no hay que confundir el principal objetivo, que es la reducción de las impresiones publicitarias y el excesivo embalaje de muchos productos. El libro de papel es una herramienta de democratización de la lectura y de acceso al conocimiento. Es reutilizable durante un largo período de tiempo, no conlleva gastos adicionales y resulta accesible a todo el mundo”.En este sentido, desde la organización Amigos de la Tierra señalan que lo que hay que hacer es colaborar con el sistema de préstamo de las bibliotecas y fomentar la reutilización de los libros. Asimismo, sugieren a los editores que si desean reducir verdaderamente el impacto medioambiental de sus productos, lo que tienen que hacer es desarrollar la producción del libro de papel reciclado, cuya fabricación consume menor cantidad de agua y menos madera que el papel proveniente de fibras vírgenes.También es cierto que el libro electrónico consume poca energía durante su uso, pero no durante su proceso de fabricación, que es cuando se produce un verdadero derroche energético. Según la consultoría medioambiental francesa Carbone 4, se necesitan 15 años de uso para amortizar la huella de carbono de un libro electrónico. Sin embargo, como ocurre con cualquier producto tecnológico, están diseñados para ser desechados a los pocos años de uso y propiciar la compra de otro más moderno e innovador.[Fuente: V+L
http://www.sai.com.ar/bibliotecologia/boletin/7/bie070.htm

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